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La Prof. Pamela Muñoz es académica del Instituto de Patología Animal y Directora de la Escuela de Medicina Veterinaria de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Austral de Chile. Es directora del proyecto FIC Los Ríos “Plan piloto de flexibilización de la faena ovina”.

Ella es parte del ciclo de entrevistas realizadas en el marco del proyecto INeS MinCiencia – ANID “Fortalecimiento, integración y proyección de capacidades institucionales para la innovación basada en I+D en la Universidad Austral de Chile”, que busca poner en valor el trabajo de las mujeres que lideran iniciativas de innovación en la UACh.

¿Qué la motiva a desarrollar su trabajo en el área de la innovación?

Una de las motivaciones más importantes es el innovar para dar soluciones a la Región o país, como universidad y académicos de una institución de prestigio e importante a nivel nacional.

Nosotros, como académicos, profesionales médicos veterinarios y del área de la salud, tenemos la responsabilidad de dar soluciones a problemáticas regionales y nacionales; y desde mi especialidad, como parasitóloga el desarrollar un trabajo de innovación que puede disminuir el impacto de estas enfermedades en los animales y en la población humana, es fundamental.

Creo que esa es una motivación muy importante, entender que la innovación está asociada a la resolución de problemas y que ayuda a disminuir brechas, sobre todo en los pequeños productores de la región de Los Ríos, y así, ofrecer soluciones y/o alternativas con base científica y aplicando experiencia y especialidad mejoran los estándares de la región y de nuestros productores asociados a la agricultura familiar campesina.

¿Cuáles han sido las principales dificultades que ha encontrado en este camino?

Una de las principales dificultades en el ámbito del desarrollo de proyectos, especialmente en el área de la innovación, es compatibilizar el trabajo con la vida familiar, con los compromisos y responsabilidades que uno asume, por ejemplo, al criar. No es fácil hacer investigación, innovación e incluso academia, cuando nuestra atención se divide en lo profesional y los hijos.

Adicionalmente en Chile la innovación no es fácil. Hay muchos procesos burocráticos que enlentecen los procesos, lentos… puede haber muchas personas tratando de innovar, pero todas las trabas que se encuentran en el camino, desaniman.

¿A qué cree que se debe el que exista una menor cantidad de mujeres liderando proyectos de desarrollo e innovación?

Yo creo que está asociado a la pregunta anterior. Innovar requiere una inversión grande de tiempo y cuando somos madres hay que compartir los tiempos y la academia s se vuelve un poco cuesta arriba. El tiempo se hace poco para cumplir con los compromisos que uno asume como mujer, en el trabajo, en la familia… es un tema de género que espero vaya cambiando y que, de a poco se reconozcan los esfuerzos que implica la compatibilidad de ser madre y académica.

¿Cómo se podría potenciar o estimular más esta participación?

Abriendo más espacios para innovar y contar con el apoyo de las autoridades universitarias para esto. Estamos moldeados bajo un perfil académico, donde tenemos que cumplir con metas muy exigentes y tiempos exigentes que a veces son inamovibles. Además el tema de la innovación se escapa un poco de ese perfil estructurado de investigador, lo que se traduce en que hay poco reconocimiento hacia proyectos donde el producto es resolver problemáticas nacionales, o franquicias o bien licencias. Estamos encasilladas en , como universidad en proyectos de  investigación científica pura o en publicaciones científicas. Ese paradigma tiene que cambiar, ya que es necesario el reconocimiento y el respeto de otros talentos. Esto puede incentivar la participación de mujeres, sobre todo cuando estamos hablando de temas sociales, como es el caso de los proyectos FIC donde he participado, que generan innovación, otorgan soluciones y nos vincula con la comunidad como universidad. Lamentablemente muchas veces, estos proyectos no están asociados a publicación pero si a investigación para dar solución a problemáticas nacionales, y el producto no es un papers, sino que cambios o mejoras en procesos productivos e incluso aportando al rescate cultural de una comunidad, lo que genera un gran impacto regional y nacional

¿Cuál es su visión sobre la relación de la Universidad con los sectores productivos de los territorios y cómo cree que se pueden potenciar?

En nuestra Facultad tenemos académicos que están fuertemente relacionados con sectores productivos, desde distintos puntos de vista, como el animal o la inocuidad alimentaria, entre otras.

Vuelvo a repetir que, es fundamental entender el compromiso de nosotros como académicos con la comunidad… la importancia de dar soluciones…

Se pueden potenciar si estas visiones o innovaciones son reconocida por la universidad. De hecho, cuando se hace innovación, se requiere mucho tiempo y articulación con muchos sectores, como el privado, gubernamental y productivo… y esa articulación no es fácil.

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Como integrantes de una comunidad universitaria, estamos a disposición y tenemos que estar disponibles para la comunidad, tanto regional como nacional. Y parte de esto de la innovación que podemos hacer las mujeres (…) hay que seguir potenciándolo, a pesar de las dificultades que uno pueda encontrar en el camino, porque es fundamental y tenemos un respaldo importante de la institución… Cuando uno tiene una idea clara, y un sueño y uno sabe que se puede cumplir hay que ser perseverante. Por lo mismo invito a mis colegas a seguir sus sueños y que a pesar que la vida académica se siente diferente con nuestro género, se pueden lograr metas y se puede innovar.