Prof. Marisol Barría: “Muchas mujeres están innovando, solo necesitamos avanzar unos pasos en liderar esos tipos de proyectos”
El Proyecto INeS MinCiencia – ANID “Fortalecimiento, integración y proyección de capacidades institucionales para la innovación basada en I+D en la Universidad Austral de Chile”, busca poner en valor la labor de las académicas que lideran proyectos de I+D en la UACh.
Publicado 19 enero 2022
| Escrito por: Alejandra Bertrán Delgado - Periodista VIDCA / Silvana Henríquez P. - Periodista Campus Patagonia UACh
La Prof. Marisol Barría es docente del Campus Patagonia y Directora del PAR Explora Aysén. Lideró el proyecto “Talentos Científicos para la región de Aysén” del Fondo de Innovación para la Competitividad de la Región de Aysén.
Ella es parte del ciclo de entrevistas realizadas en el marco del proyecto INeS MinCiencia – ANID “Fortalecimiento, integración y proyección de capacidades institucionales para la innovación basada en I+D en la Universidad Austral de Chile”, que busca poner en valor el trabajo de las mujeres que lideran iniciativas de innovación en la UACh.
¿Qué la motiva a desarrollar su trabajo en el área de la innovación?
La innovación está cruzada por la creatividad, por crear soluciones novedosas a los problemas que nos surgen y por generar más valor para la sociedad, desde ahí que mis motivaciones por innovar vienen inicialmente de la mano de la innovación social, en la búsqueda constante de contribuir al desarrollo colectivo y ofrecer oportunidades para quienes, por distintas razones, no han tenido esos espacios. Si bien es cierto esto puede responder a mi naturaleza inquieta y al interés por desafiarme permanentemente, por salir de la zona de confort, tiene que ver también con el espacio profesional que ocupo hoy y la responsabilidad que trae asociado trabajar en el Campus Patagonia de la Universidad Austral y ser parte de una comunidad.
Tengo la convicción que el mejor de los mundos sería aquel donde todos y todas nos moviéramos por motivaciones que salen desde nuestra esfera personal y se abren a motivaciones por un desarrollo colectivo y social.
Agregarle valor a nuestros espacios de desarrollo se hace una constante cuando se va logrando metas y es posible ver los resultados positivos, es ahí donde surgen nuevo desafíos y con ellos nuevas ideas, se desarrollan habilidades en los equipos, se visualizar nuevas redes y espacios, que se van sumando y te van motivando para seguir creando y aportando desde tu espacio.
¿Cuáles han sido las principales dificultades que ha encontrado en este camino?
Siento que actualmente no enfrento grandes dificultades, la experiencia y madurez profesional me ha otorga seguridad y confianza para liderar equipos y la verdad que puedo decir que ahora lo disfruto y me reconozco. Sin embargo, en los primeros años laborales en iniciativas y proyectos que me adjudique tuve que luchar contra los prejuicios de nuestra sociedad, teniendo que demostrar además que como mujer si tenía las capacidades, a pesar de ello, frente a momentos de incertidumbre y toma de decisiones sentía que se me hacía complejo comunicar mis ideas y negociar, además tenía permanentemente esa sensación de estar a prueba entre mi colegas hombres y también algunas mujeres. Culturalmente no estamos habituados a apoyar lo distinto, desatacar los logros y apoyar desde inicio a quien quiere innovar sobre todo en espacios laborales tradicionales. Creo que ahí es necesario avanzar.
¿A qué cree que se debe el que exista una menor cantidad de mujeres liderando proyectos de desarrollo e innovación?
Tengo la convicción que la diversidad de género se correlaciona positivamente con la creación de espacios que promuevan la innovación, y que hay muchas mujeres innovadoras creando en algún lugar del mundo. La menor cantidad a mi juicio se debe por una parte a la escasez de espacios para visibilizar a quienes estamos haciendo innovación y por otro lado a la ausencia de políticas estatales e institucionales contundentes que faciliten esos espacios.
Pero en el Chile de hoy, quizás la principal brecha es responsabilidad también nuestra, y se asocia al bajo nivel de empoderamiento que tenemos las mujeres para liderar, lo cual se agudiza por los patrones culturales históricos en nuestra sociedad donde lo público ha sido históricamente otorgado al rol masculino, y las mujeres se le asignan espacios privados y/o “de colaboración”, sin embargo creo que nos estamos preparando y que muchas mujeres están innovando, y solo necesitamos avanzar unos pasos en liderar, y adquirir mayor protagonismo en todas las etapas y sectores de la innovación.
¿Cómo se podría potenciar o estimular más esta participación?
Una vez leí un artículo que decía “A un hombre le preguntan cómo va a gastar para seguir creciendo la compañía y a una mujer, cómo va a hacer para no fracasar”, y eso es algo que debemos cambiar y es ahí donde nuestro aporte como educadoras es fundamental, “Educar para la igualdad” es educarnos para que tengamos los mismos derechos y las mismas oportunidades en la sociedad. Estos años participando en distintas instancias o liderando proyectos de innovación educativa y social con perspectiva de género, me he convencido que es fundamental avanzar en el desarrollo de metodologías y estrategias que permitan el desarrollo de habilidades no solo para liderar sino también comunicar, negociar, empatizar y trabajar con otras y otros. Y eso implica creación de fondos concursales, para desarrollo de habilidades en distintos grupos y segmentos de la población, recursos para potenciar los emprendimientos e innovación con perspectiva de género, para el apoyo en etapas tempranas y de consolidación y generación de redes y ecosistemas más amigables para producir el cambio.
¿Cuál es su visión sobre la relación de la Universidad con los sectores productivos de los territorios y cómo cree que se pueden potenciar?
Sin lugar a dudas es un imperativo para toda Universidad, hacerse parte de los procesos de desarrollo de los países y sus territorios. Si bien el rol principal es la formación de profesionales y a través de ellos contribuir a fortalecer y promover el desarrollo de los distintos sectores productivos, de crear industria, de empujar la innovación y el emprendimiento en todo ámbito, pero especialmente en aquellos sectores que poseen mayores perspectivas para generar valor para la ciudadanía.
En el caso de Nuestra Universidad Austral de Chile, estos elementos están consagrados en su misión y también en el sello UACh, que, en el caso mío, y como egresada de esta Universidad y de todos quienes nos formamos en ella, estoy segura de que lo llevaremos como impronta, donde nuestro rol profesional se ejerce con sentido de pertenencia. Pertenencia a un territorio, a una sociedad más justa y consciente de los desafíos actuales y futuros.
En este sentido, nuestra Universidad tiene una tarea tanto o más importante que el propio desarrollo, cautelar que se produzca con el debido cuidado y respeto por los ecosistemas, sobre todo aquellos más frágiles. Esto hoy cobra mucha relevancia en el contexto de cambio climático y calentamiento global. Por tanto, la economía circular y la innovación son elementos en los que somos llamados a contribuir para un progreso social más armónico con nuestro entorno y que se pueda proyectar o sea sostenible en el tiempo.
Es una tarea cumplida, sin duda que no, es una tarea que es permanente y fortalecer los procesos de transferencia tecnológica o de transformación de conocimiento en técnica para el desarrollo de los sectores productivos es algo en lo que debemos poner un acento, desde la contribución al desarrollo de cultura científica, pasando por el acompañamiento al emprendimiento de base tecnológica hasta la participación permanente con las empresas y la industria mediante alianzas virtuosas que promuevan ese desarrollo.
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Quisiera aprovechar de agradecer y felicitar a quienes están pensando en estos espacios como "Mujeres Innovadoras de la UACh", porque son pasos que nos permiten mostrar que existen muchas iniciativas muy valiosas que en realidad no dependen del talento o ingenio de unas pocas mujeres, depende de la apertura de espacios para esas mujeres y estas iniciativas ayudan a abrir puertas y abrir las mentes.
Soy una convencida que el talento y la creatividad, no dependen del género, está igualmente distribuido entro todos y todas, no pasa lo mismo con las oportunidades. Si nos convencemos que ceder espacio a más mujeres, solo puede traer beneficios y la oportunidad de explotar esos talentos, sin duda viviremos en una sociedad más equitativa, mas justa y con nuevas e innovadoras maneras de ver el desarrollo y nuestro propio futuro.